(Expansión). El supervisor europeo, con las normas de Basilea III en la mano, exige a las entidades nacionales hasta dos puntos más de capital. Los bancos ya cumplen con exceso este requisito de capital.

(Expansión). El supervisor europeo, con las normas de Basilea III en la mano, exige a las entidades nacionales hasta dos puntos más de capital. Los bancos ya cumplen con exceso este requisito de capital.
El Banco Central Europeo está ejerciendo ya de forma completa sus nuevas tareas de supervisión sobre los principales bancos europeos y está estableciendo requisitos mínimos de capital a todas las entidades, no solo a los que salieron peor parados,o suspendieron en las pruebas de esfuerzo que realizó antes de asumir esas tareas.
La forma de hacerlo ha sido mandar una carta individualizada a cada entidad firmada por la máxima responsable del Mecanismo Único de Supervisión, Danièle Nouy, en la que, con carácter confidencial, les propone que cumplan con un umbral mínimo de capital dando la posibilidad de que las entidades den su opinión antes de mañana viernes para, una vez analizadas, acabe estableciéndose de manera formal un requerimiento específico. No parece que vaya a variar su propuesta.
Para los principales bancos españoles cotizados el BCE ha constituido dos grupos. El primero, formado por Santander y BBVA, y el segundo, por CaixaBank, Bankia, Popular y Sabadell. Según fuentes conocedoras de lo establecido a nivel global, para los dos primeros habría establecido un nivel mínimo de capital exigible equivalente al 9% de los activos ponderados por riesgo y para el resto habría una horquilla entre el 7% y el 8%, según la base de comparación.
Normativa vigente
La actual normativa vigente establece un capital mínimo del 4,5%, más un colchón de capital del 2,5% indiscriminado, lo que significa que todas las entidades deben alcanzar el 7%, según el llamado pilarI de Basilea.
Basilea III abre la posibilidad de que las autoridades impongan recargos adicionales de capital, aplicando el conocido como PilarII a los mínimos regulatorios, por entender que lo necesitan las entidades para garantizar más su solvencia y su capacidad de absorción de hipotéticas pérdidas futuras.
La propuesta del BCE supondría aumentar en un punto los mínimos exigibles (salvo a Popular), aunque a los dos grandes, por ser sistémicos globales, les aplica otro recargo adicional que podría oscilar entre un punto y dos puntos y medio que en el caso español se coloca en el nível más bajo, como explicó José Antonio Álvarez, consejero delegado de Banco Santander, con motivo de la presentación de la ampliación de capital de 7.500 millones de euros cerrada la semana pasada mediante una colocación acelerada.
Los recargos establecidos para las entidades españolas no suponen un problema para las mismas ya que están claramente por debajo de los niveles de solvencia que registran los bancos nacionales, tanto si se compara con la aplicación del calendario de Basilea III (phase-in) como si se tiene en cuenta el nivel de capital si se aplicaran ahora mismo todas las condiciones que establece Basilea III deben alcanzarse en 2019 (fully loaded), como hacen los mercados de forma cada vez más evidente.
No todos los bancos se encuentran en igualdad de condiciones en lo que se refiere a sus niveles de solvencia. CaixaBank, con un 12,7% de capital con las máximas exigencias en septiembre pasado, encabeza la lista, y le sobraban casi cinco puntos sobre lo que el BCE le exige, y Santander la cierra y espera, gracias a la reciente ampliación de capital, terminar este ejercicio con un exceso de capital de un punto sobre el que le han establecido las autoridades supervisoras.
Santander no hacía pública hasta ahora la ratio fully loaded aunque, en lo que se refiere al cumplimiento por calendario de Basilea III, en septiembre pasado se colocaba en unos niveles cómodos. Entre estos dos bancos se sitúan las demás principales entidades.
Liberbank, la entidad con menor nivel de capitalización de las que cotizan en la Bolsa, es un caso aparte. Formalmente suspendió una parte de las pruebas de resistencia pero, pero tras la ampliación de capital llevada a cabo en la primera mitad de 2014, superó con creces los mínimos de los exámenes. Tanto que, a finales de diciembre, pudo devolver anticipadamente los 124 millones de euros de ayudas recibidas del Frob en su momento. Después de esta operación el capital regulatorio declarado por el banco se situaba en el 13,5%, claramente por encima de los mínimos. A pesar de ello, el BCE ha decidido exigirle una ratio de solvencia superior a la de los bancos que operan principalmente en España y, en lugar del 8%, le pide que la mantenga por encima del 8,5%.

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